Como era lento, tuve que quedarme y trabajar horas extras para cumplir con el cronograma. Afortunadamente, el jefe de mi departamento me ayudó a completar el trabajo antes de lo esperado. Luego la invité a tomar una copa para agradecerle. Pero perdí la noción del tiempo y perdí el último tren. La jefa del departamento me invitó a pasar la noche en su casa. No usar ropa interior en casa es su costumbre, era como si me estuviera invitando. En un espacio con sólo 2 personas así, ya no puedo controlar mis deseos...
