Mia y Aoi se fueron de viaje de negocios juntas, debido a la negligencia de Aoi, el contrato casi se pierde. Al no saber cómo informar a la empresa, Mia solo quería dormir para olvidarse de todo. Los dos fueron al hotel que Aoi había reservado con anticipación. Cuando llegó, se enteró de que Aoi había reservado la habitación doble correcta para ahorrar costos. Incapaz de encontrar otra habitación, Mia tuvo que dormir en la misma habitación con Aoi esta noche. Pero no sabía que su falda corta la había agotado, exponía sus hermosas bragas justo en frente de Aoi. El joven no pudo resistirse a esta belleza, por lo que involuntariamente tocó el cuerpo de Mia. A pesar de que estaba durmiendo, Mia todavía emitía gemidos lascivos que hicieron que Aoi fuera aún más audaz. Mia poco a poco recuperó la conciencia y se dio cuenta, seguía diciendo que él no estaba permitido hacerlo, pero su cuerpo era todo lo contrario. Constantemente hacía movimientos provocativos, seducía al joven, lo hacía servir a su deseo sexual aunque su boca siempre dijera lo contrario...
