Rina, que trabaja en una empresa donde los romances en la oficina están estrictamente prohibidos, fue sorprendida por su jefe mientras almorzaba con un empleado. Mientras trabajaba horas extras solo con nosotros dos, rechacé que mi jefe me frotara el hombro. Entonces comenzó el acoso sexual en toda regla de Rina. Al jefe le gustan los grandes pezones de Rina y sigue retorciéndolos y chupándolos. Incluso mientras Rina trabajaba, continuó tocando sus pezones a través de su camisa.
